Tras las puertas de Nuevo Edén

El miembro 'Dangereuse Devereaux' ha efectuado la acción siguiente: Dados lanzados:

#1 'd10' : 9, 1, 10

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#2 'D6' : 6, 4

Gruñí cuando noté el tirón y el trozo de tela apretarse sobre la herida. Me agarré con fuerza a la alambrada.

-Los caminos del señor son inescrutables. Si nosotros vivimos y ellos no es porque así lo ha decidido. -musité con la mirada perdida. No creía mis palabras, pero no iban dirigidas a mi mismo.

Parpadeé lentamente y la miré. -Debemos huir o ocultar los cadáveres.

Volví a sorber por la nariz mientras acababa de cubrir la herida de su pecho.

- ¿Y crees que vas a sobrevivir si huimos?- pregunté con voz temblorosa- Necesitas atención médica. Que alguien te saque las balas.

Con cada movimiento que había hecho para parar la hemorragia de sus heridas era una tortura para mi espalda.

-No creí que fuera a sobrevivir cuando decidí disparar. -musité.

Fui bajando las manos por la alambrada hasta arrodillarme con pesadez en el suelo. Me costaba respirar. Gruñí y la miré.

-¿Cómo explicaré las heridas?

-Nos atacaron. Supervivientes asustados- respondí.

Me abracé el cuerpo. Lo que sí era imposible de explicar eran las mías, así que iba a tener que encargarme yo de los latigazos.

-Colócame bien el chaleco, por favor- le pedí-. Nos... desharemos de los cuerpos- dije, aún temblorosa.

Asentí y giré sobre las rodillas lentamente hacia ella. -Espera. -le dije.

Me abrí el chaleco y emití un quejido al hacer lo mismo con la chaqueta. Rasgué gran parte de mi camisa y la doble hasta hacer un cuadrado algo acolchado. La hice agachar y colé con suavidad la lámina de tela sobre las heridas de los latigazos. No iba a frenarle el dolor pero si hacer que el roce del chaleco y cualquier golpe que pudiera darse no se lo acentuara. Seguidamente le ayudé a colocarse el chaleco con sumo cuidado.

Apreté los dientes y cerré los ojos, y sentí que me mareaba cuando me agarré a la alambrada para levantarme, pero finalmente pude ponerme en pie. Me tomé un minuto para respirar hondo. Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano y me separé lentamente de la alambrada por miedo a que me fallaran las fuerzas.

-Vamos...

Asentí y eché a andar junto a ella. Arrastré una cojera todo el rato y me negué a que me ayudará dejando que me apoyara en ella pues no haría más que torturarla por las heridas de su espalda.

Tardamos un buen rato. Pero finalmente conseguimos ocultar los cuerpos en uno de los edificios abandonados cercanos a la alambrada. Habíamos escogido hacerlo en uno con sótano para que el olor de la descomposición de los mismos no pudiera alertar a nadie. Seguidamente tomamos rumbo al centro de la base.

-Agárrate a mí- le dije, de camino-. Se supone que eres tú el herido...

Me pasé una mano suya alrededor del cuello y rodeé su cintura con un brazo, con la cabeza gacha. Sorbí de nuevo por la nariz y apreté la mandíbula cuando noté el dolor en la espalda. Lo llevé directamente al hospital, en un edificio de dos plantas del centro.

No hicieron más preguntas que las rutinarias para saber dónde me habían disparado. Era común que los hermanos llegaran como yo o bastante peor al hospital después de una ronda de salida.

Por suerte el hospital no tenía demasiada seguridad ya que nadie robaba en él. No dudé en tomar analgésicos, un par de rollos de vendas y gasas que oculté en los bolsillos de mi chaleco cuando tuve oportunidad. Una vez me trataron salí de la enfermería y observé a mi alrededor buscando con la mirada a Danger, pero no la encontré.

Fuí de vuelta al bloque de habitaciones dónde nos hospedábamos y toqué a su puerta. Miraba a mi alrededor con nerviosismo a cada momento como si fueran a darme el alto en cualquier momento. Me dolía la cabeza de forma desmesurada y me notaba sensible al sonido.

Estuve esperando todo el tiempo que había podido, aguantando el dolor con la espalda recta, de pie. Hasta que pisé mi propia sangre y me di cuenta de que se estaba filtrando por el chaleco. Me fui de allí rápidamente, directa al edificio donde dormíamos los Hermanos de Batalla, tratando de pasar desapercibida entre la poca gente que me encontraba, de no llamar la atención a pesar de lo escandalosa que podía resultar la sangre en contraste con el uniforme blanco e impoluto. Cerré la puerta ras de mí, y me metí en el baño. Me quité el chaleco y la camisa, sentada sobre la taza del váter, y di un golpe en la pica que tenía enfrente, rabiando de dolor mientras despegaba la tela de la piel. Me quité las botas y los pantalones y me metí en la ducha. Apreté los dientes cuando el agua me recorrió la espalda, y sollocé en silencio, temblando como un cervatillo asustado. Vi la sangre colarse por el sumidero y me arrodillé mientras lloraba, desahogándome. Me llevé las manos a la cara, bajo el chorro de agua.

Me quedé un rato así hasta calmarme. Sorbí por la nariz y salí de la ducha. Me sequé como pude, y cuando me estaba poniendo un pantalón, noté que uno de los latigazos se abría y volvía a sangrar, me llevé un puño a los ojos, cerrados con fuerza. Y entonces oí que llamaban a la puerta. Me sequé los ojos y me cubrí el pecho con la toalla antes de dirigirme a abrirla. Tenía el pelo mojado y sin peinar sobre un hombro. Abrí apenas una rendija, y vi a Scott a través de las pestañas. No pude evitar sonreír al comprobar que podía mantenerse en pie tras recibir atención.


Seducir 3
Carisma 7
Seductor +2

El miembro 'Dangereuse Devereaux' ha efectuado la acción siguiente: Dados lanzados:

'd10' : 6, 10, 3

Apoyé una mano en el marco de la puerta, no por adoptar una pose seductora, más bien porque me costaba mantener el equilibrio yendo inflado de calmantes. Le devolví la sonrisa cuando me miró.

-¿Puedo pasar?

Asentí, cerré, y quité la cadena del pestillo. Retrocedí de cara a él mientras cerraba, con la cabeza gacha y los brazos pegados a la toalla que aprisionaba contra mí.

- ¿Cómo te encuentras?- pregunté.

Entré arrastrando una cojera. Aunque apenas me doliera el musculo seguía cediendo a cada paso que daba. Me senté en la cama apoyando primero la palma en ella y sentándome.

-Mejor. -respondí. -¿Cómo tienes las heridas? Déjame verlas. -dije mientras abría los bolsillos de mi chaleco sacando el material robado.

Vi lo que se sacaba de los bolsillos y bajé la vista mordiéndome el labio mientras me acercaba y me sentaba poniéndome de espaldas a él. Hice una mueca al tener que doblar un poco la espalda.


Seducir 3
Carisma 7
Seductor +2

El miembro 'Dangereuse Devereaux' ha efectuado la acción siguiente: Dados lanzados:

'd10' : 3, 3, 2

Usé la cantimplora para mojar una de las gasas la cual pasé por su piel con sumo mimo, limpiando las heridas con el máximo cuidado, como si tocara la más frágil porcelana. Cuando las heridas estuvieron limpias soplé sobre ellas con suavidad y desenrollé las vendas. Rodeé su cuerpo con mis brazos y comencé a vendarla poco a poco, colocando gasas a lo largo de las heridas para luego sujetarlas con la tela. Las fijé de forma firme pero sin presionar en exceso para evitar que se le abrieran las heridas sin llegar a presionarlas hasta el dolor. Le hice un pequeño dudo a las vendas a la altura de su hombro.

-Así mejor.

Inteligencia 8
Medicina 2
2d6

El miembro 'Walter Scott' ha efectuado la acción siguiente: Dados lanzados:

#1 'd10' : 7, 3, 6

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#2 'D6' : 6, 2

Mantuve los ojos cerrados, mordiéndome el labio mientras atendía las heridas provocadas por los latigazos. Estaba rígida y temblorosa, pero me tocó dejar caer la toalla y separar los brazos para que me vendara. Respiraba por la nariz con fuerza, entre el dolor y la vergüenza que sentía, y me mantuve en silencio.

-Gracias- murmuré cuando acabó y me levanté con cuidado para ponerme una camisa.

Sonreí cuando se levantó. Las heridas sanarían bien. -De nada. -respondí.

Saqué los analgésicos de mi chaleco y esperé a que se pusiera la camisa para tendérselos junto a mi cantimplora. -Te calmaran el dolor.

Fui a rechazarlos en un primer momento, pues pensaba que merecía lo que me acababa de pasar, pero me lo pensé mejor. Cogí los calmantes y me los tomé.

-Gracias- le dije, devolviéndole la cantimplora, y volví a sentarme con cuidado de no moverme demasiado-. Qué vamos a hacer- murmuré tras un momento de silencio, mirándome las manos. Los dedos me temblaban.

Llevé mi mano hasta la suya y entrelacé los dedos con los de ella. La estreché con suavidad y la miré. -Seguir salvando a tantos como podamos. -respondí. -Seremos juzgados por nuestros pecados llegado el momento.

Miré su mano, y luego levanté las pestañas para mirarle a la cara y tragué saliva, preguntándome como iba a ser capaz de soportar con aquella carga, con lo que habíamos hecho. Le miré, con las cejas arqueadas y un nudo en la garganta.


Seducir 3
Carisma 7
Seductor +2

El miembro 'Dangereuse Devereaux' ha efectuado la acción siguiente: Dados lanzados:

'd10' : 6, 9, 6