Tras las puertas de Nuevo Edén

Suspiré cuando se metió en el baño, y llevé las manos a la cara. Me froté la boca y murmuré una plegaria en voz baja mientras sacaba el rosario y acariciaba las cuentas y la cruz. Que me pusiera la mano encima había sido una clara insinuación, y no sabía cómo reaccionar frente a algo así, pues era la primera vez que me pasaba. También es cierto que el hábito no suele incitar demasiado, y antes siempre lo llevaba.

Para colmo la espalda me escocía horrores y no podía apoyarla en ningún sitio.

-Dios, dame fuerzas para resistir las tentaciones del hombre- murmuré para mí misma-. Y serte fiel.

Salí del baño con el pelo húmedo y goteando. No llevaba el albornoz pues no tenía costumbre a usarlo y se me había olvidado, simplemente llevaba puesta la ropa interior. Tenía el cuerpo húmedo y reflejaba la luz de forma tenue. Mi pecho subía y bajaba en una larga respiración debido a la ducha fría.

Giré la cabeza cuando oí la puerta del baño.

- ¡Oh! ¡Jesús!- exclamé, abriendo los ojos de forma exagerada y dando un respingo. Me giré de golpe y contraje el rostro en una mueca de dolor. Tragué saliva, y quise que la tierra me comiera.

Vi cómo encogía el cuerpo al girarse por el dolor y me acerqué a ella a paso rápido apoyando las manos en su cuerpo.

-¿Estás bien? -pregunté.

-Sí, sí- respondí, girando la cabeza para no mirarle. Olía a jabón, a limpio. Dios no me lo estaba poniendo nada fácil.

Noté su piel enrojecida por el rubor. Ladeé la cabeza observándola y alcé la mano hasta pasar el reverso de los dedos por su cara a modo de caricia.

-Tranquila. -musité.

Tragué saliva otra vez, frunciendo ligeramente el ceño al notar su contacto.

-Estoy bien- murmuré.

Bajé la cabeza y luego la giré alzando la vista parar mirarle a la cara. Me mordí los labios por dentro.


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Carisma 7
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'd10' : 9, 9, 4

Me quedé mirando su expresión acabando de perder toda resistencia contra su seducción natural. Me incliné y la besé con suavidad notando el sabor y tacto de sus labios. Cerré los ojos lentamente y me separé al par de segundos.

Al intentar echarme hacia atrás, la quemazón de la espalda me lo impidió. Apoyé las manos en la colcha y me quedé muy quieta, con los ojos abiertos de par en par. Me quedé embobada cuando se separó, y cuando me faltaba el aire volví a respirar, pestañeé varias veces y me santigüé.


Seducción 3
Carisma 7
Seductor +2

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'd10' : 10, 1, 9

Solté el aire en un suspiro roto y sin separar los dientes. Volví a inclinarme y besarla, esta vez abriendo la boca con suavidad y cerrándola sobre sus labios. Mi mano se apoyó en su cintura la cual estreché.

- ¡Mmh!

Me sorprendió aquel segundo intento. Respiré de forma errática y me deslicé por la colcha para separarme a pesar del dolor al apoyarme en la cama.

-Scott- susurré en tono apremiante, con el rubor en toda la cara, las orejas y el cuello-. S-so-soy monja. S-si-sigo siendo monja.


Seducción 3
Carisma 7
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'd10' : 9, 5, 8

La miré y bajé la mirada mordiéndole el labio inferior. Tomé aire con fuerza y lo solté con suavidad, luego alcé la vista y la posé en sus ojos. -Perdóname.

Me levanté y me encaminé hacia el baño en busca de mi uniforme. Lo mejor sería que me fuera cuanto antes. Por algún motivo mis deseos hacia ella no hacían más que crecer cuanto más cerca la tenía.

Me llevé una mano temblorosa a la boca, pero sólo me rocé los labios con las yemas de los dedos. Volví a santiguarme mientras acariciaba las cuentas del rosario con la otra mano. Scott salió de la habitación con mi albornoz puesto y con su uniforme empapado en brazos. Apoyé la frente en la puerta y me lamí los labios. Dios no me estaba ayudando en esto.

Tema cerrado.