Zona cero

Fruncí labios y ceño, apretando los dientes cuando uno de ellos impidió que Jacques se levantara. Nada les impedía dispararme a mí también cuando bajara el MP5, igual que habían hecho con Jacques. Esos hijos de puta jugaban sucio, pero finalmente bajé el arma y dejé el subfusil en el suelo. No me había unido a la Unión para esto, y esperaba que les quedar algo de conciencia en esas cabezas huecas.

Estando herido no les costó demasiado girarme y atarme las manos a la espalda en el suelo, seguidamente taparon mi cabeza con un saco o cualquier tipo de bolsa de tela que no me dejaba ver. Con Indhira acabaron haciendo lo mismo.

Nos condujeron por la instalación y pudimos identificar el ruido del ascensor por el que habíamos bajado cuando llegamos a él. Finalmente la brisa y el aire fresco nos golpeó haciéndonos saber que estabamos en el exterior. Una vez ahí nos condujeron a su transporte.

Tema cerrado.