Refuerzo de playa.

Continué caminando tras el y uno de los soldados me llamo la atención. -Señor, los bombarderos han detectado un grupo de humanos replegándose, parecen civiles que se dan a la huida ante el avance de las tropas. -Miré a Kurt y apoyé el rifle sobre mi hombro. -Que los quemen.

Le miré con desprecio antes de seguir caminando.
-Voy a convertirte en chatarra....

Claro, claro. -El bombardero descendió en la lejanía, volviendo a ascender al poco. Segundos después, un muro de fuego ascendió por donde había pasado la nave. -El fuego acaba con las ratas.

-Y convierte el metal en cosas útiles.....

Continué andando, ya se veían árboles a los lejos.

-Algún dia pagareis por todo esto.....aunque tenga que privarme yo de ello

Pide que Atenea nos abra un camino por el bosque y que los bombarderos estén atentos. -Dije girándome hacia uno de los soldados. -No pagaremos por esto, tu mundo poco a poco sucumbe ante nosotros.

Ignoré su comentario, a medida que me adentraba en el bosque observaba el paisaje. Los arboles y la espesura, el lugar perfecto para una emboscada. Aunque era solo una ilusión.
https://www.youtube.com/watch?v=tKXdGn17fJo&feature=related

Que abran una vía. -Giré la cabeza hacia Kurt. -Cierra los ojos o te quedaras ciego. -El Beclonius comenzó a hablar, por radio. -Central Atenea, visualice rayo desde las coordenadas...

Seguí al grupo en silencio, observando la masacre y como poco a poco el humano sucumbía ante la muerte de sus semejantes. Nos dirigiamos hacia el silo cuando el bosque comenzó a volverse espeso, entonces ordenaron lanzar un rayo de Atenea. Aquello no era precisamente discreto. Aunque el fuego tampoco pasaba desapercibido.
-Sera mejor que nos demos prisa.

Me tapé los ojos con una mano para cubrirme del fuego. Ahora iban a destrozar el bosque, como todo a su paso.

El cielo se oscureció durante unos segundos, las nubes se apartaron por el halo de energía y poco después, un rayo lineal de color azul y de gran diámetro aterrizó sobre el bosque, el sonido era grotesco, como si cientos de rayos cayeran a la vez sobre el mismo punto sin cesar. La linea de energía avanzó, desintegrando los arboles que tocaba y quemando los cercanos, dejando a su paso no mas que un rastro de tierra humeante negra y fuego a cada lado. Poco mas de un minuto tardó el rayo en cruzar el bosque, luego, cesó.

Deberías estar orgulloso, solo es un rayo satélite de minería que vosotros creasteis para nosotros, aunque con mas de un ajuste por nuestra parte. -Empujé al humano para que siguiera caminando.

Tras la pausa continué la caminata, el rayo de atenea seguía siendo tan sorprendente como siempre. Ahora teniamos el camino libre.
Me pregunto si tendran alguna defensa en el silo y si a este paso quedaría algo utilizable en él.

Continué caminando por el surco hasta llegar a una roca que me era familiar, me giré hacia un lado y comencé a caminar. Pensando en lo que ocurriría.

Volví a golpear con la culata al humano. -Andando escoria. -Uno de los bombarderos nos sobrevoló, despejando el humo del fuego que nos rodeaba.

Miré con desprecio al beclonius y continué andando. Al llegar a otro punto me giré hacia la izquierda y continué andando.

Volví a golpearlo con fuerza. -No te pares. -Me giré hacia el Beclonius. -Que bombardeen los alrededores, ya.

Continué andando, sabiendo que no bombardearían el complejo. Seguí en la misma dirección hasta fijarme en un arbol tumbado, tras esto comencé a caminar mas rápido hacia mi derecha.

Los dos bombarderos dejaron caer sus cargas de plasma en dos lineas paralelas a nosotros. Me acerqué al humano y golpeé entre su cuello y hombro con la culata de mi rifle, bastante fuerte. Volví a golpearlo en la espalda. -No te desvíes o te remato aquí mismo, escoria.

El golpe me hizo caer al suelo, apoyando una rodilla en tierra. Volví a alzarme desafiante y continué caminando hasta fijarme en la roca que ví al principio escondida entre los árboles.

Que vuelvan a bombardear. -Pocos minutos después los bombarderos volvieron a sobrevolar la zona. Volví a golpear al soldado. -¿Cuanto queda?

Me encogí de hombros.
-Un poco, debe de estar por aquí.

Empecé a impacientarme y mirar a mi alrededor, al menos los bombarderos nos tenían cubiertos, no había de que preocuparse.

Comencé a caminar por una zona más espesa, repleta de árboles y arbustos altos.

Golpeé al humano con la culata del rifle y tiré de el hacia la zona despejada. -¡¿Nos tomas por tontos?! -Volví a golpearlo. Uno de los beclonius se acercó a mi. -Señor, los bombarderos nos informan de que andamos en círculos. -Sujeté el rifle con ambas manos, como si fuera un bate y le dí un golpe bruto al humano. -¡Que traigan los bots de tortura! -Grité. -Volvemos a la zona rural. -Sujeté al humano para que me mirara. -Ahora veras de verdad lo que es la crueldad beclonius ante tus semejantes.-Lo empujé para que echara a andar fuera del bosque. -¡Que arrasen todo con el Atenea una vez salgamos, que no quede nada sobre la tierra, ni bajo ella! -Grité.

Tosí un par de veces tras el golpe y me puse en pie conservando algo de dignidad.
-Allí tienes tu silo gilipollas-
Señalé una plataforma de metal en el suelo a unos 20 metros de allí, si no había salido nadie seguramente estuviera evacuado.