Refuerzo de playa.

Los perros de los beclonius comenzaron a saltar sobre las trincheras, los lanzagranadas y los cañones daban buena cuenta de ellos cuando conseguían tenerles a tiro. La estela de un cohete paso de largo el búnker, señalé a los beclonius que lo habían disparado. Uno de ellos acabó con el artillero, eran unos salvajes. Giramos la torreta para dispararles, pero un grupo de perros nos obligó a desviar el fuego. La pieza de artillería ligera sobresalía para acabar con ellos, no obstante era mejor tener los flancos asegurados. Busqué en las cajas y encontré algo de explosivo plástico y minas. Las activé y arrojé a unos metros, no tardaron algunos perros en pisarlas y saltar por los aires, el cañon volvió a girar hacia los beclonius del búnker.
-Vamos, vamos! disparad contra esos bastardos

Terminé por disparar el cohete. Silbó en el aire e impactó contra el búnker, los cascotes del mismo sepultaron la zona mas cercana de la trinchera. Me agaché por la explosión y solté el lanzacohetes a tiempo de oir otra nueva explosión. La segunda batería había caído. La playa ya era casi nuestra. Eché a correr por la trinchera y me uní al grupo que avanzaba poco a poco, en dirección a los nidos.

¡No les deis tregua! -Grité mientras lanzaba una granada. La explosión hizo que dos humanos salieran literalmente volando fuera de la trinchera. -¡No hagáis prisioneros!

El beclonius que asesinó a su compañero terminó volando el búnker, a continuación acabó con un nido de ametralladora. Miré un segundo a uno de mis compañeros y le apuntamos con el cañon, disparamos un par de veces hasta que se agotaron las municiones. El oficial con el que habíamos hablado surgió de su puesto, seguido por algunos soldados.
-Retirada! retirada a las baterías!-

La voz corrió y poco a poco comenzamos a replegarnos hacia esa posición, apenas nos quedaban una veintena de metros para llegar a la batería, corría sujetando el arma con una mano, lanzando alguna que otra ráfaga o granada de humo para cubrir la retirada....estábamos siendo aplastados, otra vez.

Me agaché cuando las balas de gran calibre llenaron la zona. Cuatro de mis soldados cayeron al suelo con grandes agujeros en su cuerpo. Me levanté y continué disparando. Un soldado raso me sujetó del hombro y acercó su boca a mi cabeza. -¡Se repliegan señor! -Gritó. -¡Adelante! - Grité. Ahora, con menos resistencia, avanzamos con rapidez por las trincheras hasta llegar a la última batería. Si la destruíamos, la playa sería nuestra. Me acerqué a dos tuneladores y luego señalé a cuatro soldados. No debía quedar mas de una veintena de humanos en la batería, el resto no había podido llegar y estaban siendo masacrados en ese mismo momento, era el último reducto.

Llegamos a la batería casi jadeando, cubrí la espalda a los pocos soldados que conseguían llegar y parapetarse, lancé un par de ráfagas antes de entrar en los parapetos. Apenas quedábamos más de 20, todo tipo de unidades cubrían la zona, desde fuerzas de choque hasta voluntarios civiles.
Me miro uno de mis compañeros, un viejo conocido desde que me alisté.
-¿Crees que ha llegado nuestra hora?-

-No lo sé....pero voy a llevarme a unos cuantos hijos de perra conmigo-

Le dí un toque en el hombro y me asomé para disparar, un oficial ordenó girar la batería hacia el frente. No lanzarían un ataque aéreo a lo que quedaba de nosotros, lanzaron una andanada de cohetes hacia las líneas de los beclonius, haciendo saltar por los aires algunos de ellos.
A continuación comenzamos a disparar desesperadamente, contábamos con un par de lanzacohetes y una ametralladora rotatoria. Me quité el casco para tomar una bocanada de aire freso y volví a colocarmelo.

Un trozo de tierra, junto a la batería, se abrió. Beclonius especializados en el cuerpo a cuerpo comenzaron a salir del agujero, armados con armas cortas o de filo.Lo había cavado el tunelador al que me había acercado previamente.

Esperé paciente a que el agujero llamara la atención, cuando cumplió su cometido, mis manos salieron de la tierra, sujetando los tobillos de uno de los soldados y arrastrándolo dentro. Saqué mi cuchillo y lo hundí dos veces sobre su cuello. Empezaba el cuerpo a cuerpo. Los beclonius de fuera continuaban disparando aún sabiendo que estábamos allí. Salí del agujero seguido de seis soldados mas. Corrí hacia un soldado que se había recolocado el casco y lo embestí con fuerza a la altura de la cintura, haciendo que ambos cayéramos al suelo.

El suelo se abrió, y antes de que consiguiera reaccionar un beclonius me placó, haciendo que cayesemos al suelo. Le agarré con una mano el hombro intentando apartarle mientras con la otra le lanzaba un golpe con el canto del puño hacia la cara.

El golpe me pillo de pleno. Los ojos rojos de mi mascara parpadearon por el mismo. Me levanté, sujetándolo por la armadura a la altura del pecho y lo lancé al otro lado del parapeto.

Me choqué contra el parapeto de espaldas, pero conseguí volver a ponerme en pié y lanzarme a por el beclonius, lanzándole varios directos.
-Eres un cabron muy rápido!-

Grité iracundo al tiempo que intentaba agarrarle.

Recibí la mayoría de los golpes, golpeé sus muñecas cuando intentó agarrarme y respondí dándole un cabezazo en la sien. -Somo superiores.

El casco amortiguó el golpe, consiguiendo que solo me aturdiera y me llevara una mano a la sien intentando recuperarme.
-Sois unos asesinos....

Me lancé por él saltando de forma agresiva, intentando derribarle al caer sobre el.

Caí al suelo seguido por el. Me giré colocándome sobre el soldado y comencé a darle un puñetazo a la altura de la cara tras otro. -Es justicia.

Sus golpes apenas me dolían, solo me aturdían. Lancé un rodillazo a su costado intentando que cesase.
Todo parecía ir a cámara lenta, a mi alrededor caían mis camaradas uno a uno. Algunos con un grito de guerra en su garganta y otros acuchillados por la espalda. Reuní mis fuerzas y le agarré de los brazos para tener un blanco claro, tras esto lancé un fuerte cabezazo hacia el beclonius.

Caí sentado hacia atrás. La batalla poco a poco cesaba, y algunas esquirlas caían desde mi armadura debido a los golpes recibidos en la pelea. Desenfundé la pistola y le apunté. -Ni se te ocurra moverte. -Poco a poco la pelea cesó, quedaron cuatro humanos supervivientes, entre ellos, el humano contra el que había peleado y su compañero.

Respiré hondo al notar la pistola apuntándome, algunos hombres seguían vivos. Dudé unos instantes sobre que querrían de nosotros, mi compañero se acercó a mi gateando hasta sentarse a mi lado.
-Kurt....que cojones quieren? no hacen prisioneros...-

Le chisté para que no siguiera, en parte no quería que siguiera hablando para no hacer que me preguntara lo mismo. Aunque ya lo hacía.
-Ssshh...no digas nada, ya veremos que quieren...pero preparate para lo peor-

Miré desafiante al beclonius que me apuntaba, mi voz sonaba algo metálica, seguramente hubiera abollado uno de los filtros o amplificadores de voz.
Otro soldado, este más joven temblaba algo asustado en un rincón de la trinchera.
-Van a torturarnos....o matarnos, estos cabrones nos matarán de la peor de las formas...he oido cosas, cosas terribles

Varias horas después, la gran nave de despliegue ya se mantenía estática junto a la playa, a unos cien metros del suelo. Debía medir unos quinientos metros de ancho y el triple de largo, eran las naves insignia de los beclonius. Desde ella, buques de batalla y naves de transporte de considerable tamaño se dispersaban, el transporte aterrizaba desplegando la infantería pesada, suministros y demás parafernalia. Los buques de combate sobrevolaban a paso lento la zona, desplegando naves cazas y bombarderos desde sus laterales. La tropa de avance hacia no mas de 20 minutos que se había marchado. A mi división le habían asignado guardar la playa.

Caminé despacio, evadiendo agujeros de explosivos y cadáveres humanos, ya habíamos recogido los nuestros para su próximo reciclaje, con las partes artificiales de los cuerpos podría hacerse desde munición hasta cualquier cosas que necesitara metal.

Continué caminando hasta dar con los cuatro prisioneros humanos. Arrodillados en fila lateral y con las manos esposadas a la espalda, les habían quitado los cascos.

Caminé de un lado a otro junto a ellos. -Se nos ha informado que uno de vosotros sabe la ubicación de un silo defensivo cercano. -Miré al que parecía mas novato de los cuatro, temblaba. Me acerqué a el y sujeté su cabeza, alzándole la vista para que me mirara. -¿Tienes miedo, hijo? -Pregunté con un matiz de dulzura. Asintió varias veces con su habitual tembleque. Mi rodilla impactó contra su barbilla, seguida por un crujido, no había partido su mandíbula, pero si fracturado. El novato cayó de espaldas escupiendo sangre entre lastimeros quejidos. Me acerqué y di una fuerte patada sobre su estomago. ¡Arriba, soldado! -Grité separándome de el. Dos soldados beclonius nos miraban y reían por lo bajo. Los miré y luego al novato. -Levantadlo. Eché a caminar de nuevo, mirándolos, luego desenfundé la pistola. -¿Quien de vosotros tiene esa información? -Pregunté de forma severa. Los soldados levantaron al soldado herido y lo recolocaron en la misma postura de antes. Este, dejo caer la cabeza hacia delante por el dolor mientras de su boca chorreaba sangre.

Apreté los dientes al ver como golpeaban al recluta Weston, algunas gotas de sudor rodaban por mi cabeza. Tenía el pelo cortado a máquinilla al estilo militar, como de hace una semana o dos.
Algunos de nosotros conociamos la ubicación de ese silo, estaba a unos cuantos kilómetros, escondido entre la maleza. Tenían algunas armas de gran capacidad de destrucción, tenían que dar apoyo a nuestro regimiento en caso de necesidad extrema. Tal vez ya lo hubieran desmantelado, ojalá fuera así. El recluta comenzaba a murmurar algo, volvieron a apuntarnos de forma más agresiva.
-No les digas una puta mierda Weston, nos matarán igualmente!-

Bramó mi compañero, escupiendo al terminar la frase.
-No se de que coño hablas-

Añadió otro soldado, creí oportuna mi intervención dibujando una pequeña sonrrisa comenté.
-Ni yo

El resto de la conquista pasó rápidamente y no tardaron demasiado en desplegarlo todo por la playa.
Me senté cerca de donde estaban los rehenes, en el suelo, observando como el beclonius, que ya lo había visto antes durante el ataque, amenazarles con el arma.

Apoyé el cañón del arma sobre la frente del recluta novato. Apreté el gatillo y cayó de espaldas despacio, con un sonido hueco. Di un paso lateral, colocándome frente al siguiente soldado, apoyé la pistola en su cabeza y coloqué el dedo en el gatillo.

El novato cayó de espaldas muerto, agaché un momento la mirada cuando escuché el sonido de su cuerpo caer al suelo. Mi compañero se giró hacia el cuerpo, impactado. Habían trabado amistad en esa playa.
-Weston! cabron de mierda, le han matado!

Ahora apuntaba a otro soldado, el cual le miraba desafiante. Escupió a los pies del beclonius mirandole con odio.
-Esta es por Hylow-

-Bang... -susurré al ver como el soldado escupía a los piés del beclonius.
Desenfundé una de las espadas y pasé los dedos por encima, limpiando el filo de la sangre humana. Imité el proceso con el arma gemela, mientras observaba cual de los tres que quedaban empezaría a cantar.

Continué con la vista en el suelo, sencillamente no tenía intención de hablar. Solo de que me pegaran un tiro y se acabase, así no pondrá en juego la vida de nadie.

El segundo disparo hizo caer a ese soldado igual que el primero. Volví a dar un paso a un lado, colocando esta vez la pistola sobre la frente del compañero de Kurt. -Tendréis una muerte valiente que nadie recordará.

Alcé la vista para mirar a mi compañero con el arma encañonada contra el. Me sonrrió de medio lado y miro al Beclonius.
-Y yo no me acuerdo de donde está el silo-

Comenzó a reir, esperando el disparo. Suspiré antes de alzar la vista, observando el cielo. No quería ver morir a mi compañero.

Apreté el gatillo y el soldado cayó de espaldas. Di un paso a un lado, colocándome frente al último superviviente. -Tus compañeros han muerto en vano. -Golpeé la zona junto a su ceja con la culata de la pistola. -¿Por qué crees que hemos entrado cuerpo a cuerpo para reduciros? -Miré a mi alrededor, los dos soldados beclonius volvían a reír. -Cerca de aquí, hay pequeños pueblos, granjas y casas rurales, seguro que no habéis podido evacuar todas. -Comenté. -O nos llevas hasta el silo, o nos acompañaras para limpiar esta tierra de parásitos. Tengo entendido que a un humano le cuesta mas asimilar la muerte de alguien... ehm... ''inocente'' como ancianos y niños.