Supervivencia del más fuerte

Había bajado a desayunar temprano, Joanna se había encargado del desayuno con otra mujer. Simplemente cogí los frutos secos con avena, un poco tostados, y decidí ir fuera a comer.

Me senté bajo un árbol y respiré el aire puro. Abrí un libro que había encontrado en la biblioteca y me puse a leer mientras desayunaba. Me tomé mi tiempo, disfruté del momento, y al terminar fui al almacén para preparar algunas cosas.

Me senté en una caja de plástico donde se colocaban las botellas vacias de cristal y empecé a ordenar los productos para pensar que hacer con cada uno y cuanto había. Mientras pensaba, Barry entró. Yo le miré.
-Pareces buena chica.- yo no dije nada, le miraba -No deberías hacer enemigos aquí dentro, y mucho menos follarte al verde.
-Yo no me he follado a nadie.
-Eso no es lo que dicen por ahí- rió -No tiene que darte verguenza- se acercó -A muchas chicas les pone cachonda el uniforme militar. - Joanna debía haber dicho algo a cualquiera y el rumor se había extendido... Menuda imaginación.
-Estoy ocupada ahora, Barry.- le dije -¿Puedes conseguirme trapos, aluminio, y botellas de cristal vacías?
-Preguntaré- dijo antes de volverse y caminar hacia la puerta, ahí se giró de nuevo hacia mi -Tú mejor intenta alejarte de él. Es un consejo. No puedes confiar en un militar.
¿Pero por qué me veían como un gatito indefenso al que proteger?
-Sé cuidarme de mi misma, gracias- volví la vista a lo que estaba haciendo.

-Qué pasa, Barry- le saludé cuando nos cruzamos. Él movió la cabeza y me sonrió como saludo. No era mal tipo, pero tenía un pronto muy feo.

Me acerqué a Vi con las manos metidas en los bolsillos de atrás del vaquero.

-Buenos días- le dije-. ¿Algo útil por ahí?

Alcé la vista para mirarla.
-Buenos días, Indhira- le saludé yo también. Pasé la mano por encima de los productos -Mm.. si. Aunque necesitaría algunas cosas más que por aquí no he visto.- me levanté para mirar por las estanterías -Azucar, sal, algodón, un cazo medidor donde poder trabajar, filtro de café me valdría también, y... Por casualidad no tendréis nitrato de potasio, ¿verdad?

Estaba sentado en un comedero de madera cercano a la casa. Frente a mi tenía el rifle desarmado y la pistola entera, pero sin el cargador. Había pasado la mañana limpiando el equipo. Si íbamos a ir al hospital no quería que nada que pudiera evitarse saliera mal. Me acerqué una de las piezas a la boca y la soplé antes de frotarla con un paño. Tenía un ojo ligeramente morado y las marcas de los golpes del día anterior, igualmente todos parecían sanar poco a poco.

-Eeeeehm- rodé los ojos, pensativa- ¿Eso no sale de la sal? En la cocina tendrás el resto, y conseguí algodón de la farmacia de ayer- le respondí-. Escucha, Jacques y yo vamos a ir al hospital a buscar material médico que necesitará. Vente.

Asentí con la cabeza.

-De acuerdo, si puedes buscarme lo que me falta en la cocina me harías un favor- me daba cosa que me vieran hurgando en la casa. Me puse a preparar primero lo más básico. Aluminio, agua fuerte, y tuercas de tamaño pequeño.
-Oh..- levanté la cabeza cuando ya lo tenía preparado -Algo oxidado, ¿sabes donde puedo encontrar?

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Inteligencia 9 + Quimica 3

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-Puede que haya algo oxidado dentro del cobertizo- respondí, y entonces vi a Ben-. ¡Eh, Ben! ¡Ven aquí!- el chico se acercó de una pequeña carrera- Vas a empezar a redimirte por lo que hiciste ayer. Ayuda a Vi y obedece en lo que te pida como si fuera yo- lo señalaba con un dedo-. ¿De acuerdo?

-Sí, jefa- respondió el chaval, sonriendo de lado.

-Necesita azúcar, sal, algodón, un recipiente medidor y filtros de café. Venga. Date prisa, que tenemos que salir.- le dije, y echó a correr hacia la casa.

Volví a meterme las manos en los bolsillos.

- ¿Estás bien tú?- le pregunté- Ya me encargué de los otros tres. Y Pam. No volverá a ocurrir.

Estaba haciendo otra bomba de las sencillas, alcé la vista para mirarla mientras hablaba. Dejando un momento de hacer lo que hacía.
-Gracias por preocuparte por mi, pero yo estoy bien. A mi no me hicieron nada, se lo hicieron a Jacques.- miré de nuevo la bomba que estaba haciendo y me concentré -Creo que él es el que no está demasiado bien interiormente... Por lo que me dijo, está desgarrado por dentro...- torcí el gesto terminando de meter las tuercas, luego la miré -¿Tú cómo te encuentras?

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Quimica 3 + Inteligencia 9

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Soplé el cañón del arma y lo alcé mirando a través de él con un ojo cerrado. Seguidamente comencé a montar el arma. Cuando por fin tuve el rifle entre las manos tiré varias veces de la corredera y seguidamente le metí el cargador, volviendo a tirar de la misma.

Levanté la mirada al cielo y estiré la espalda mientras movía la cabeza en círculos y el cuello me crujía.

Levanté una ceja cuando la chica dijo que Jacques estaba desgarrado por dentro, y contuve la tentación de reírme de semejante frase. Carraspeé y miré al médico, unos metros más allá, limpiando sus armas.

-Las cicatrices pasan factura- murmuré, y volví a mirar a la rubia cuando me preguntó-. Bien, bien. A todos nos hacía falta descansar- me encogí de hombros y me saqué un cigarrillo. Le había robado un mechero a Pam.- Avisa cuando termines- le dije, y me encaminé hacia el merendero mientras me encendía el cigarrillo.

Una vez me trajeron todo lo necesario me puse manos a la obra para hacer todo lo demás. Iba a llevarme unas cuantas horas. Utilicé una compresa para usarla de mascarilla, con unas pinzas de depilar las cejas hice unos agujeros, y con un elastico hice la sujeción para que no se me cayera de la boca y nariz, así no me intoxicaría.
Me había sentado fuera para que todo el almacen no oliera a productos químicos.

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Inteligencia 9 + Quimica 3

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Le coloqué la correa al rifle y después rebusqué en mi chaleco hasta dar con la cajetilla de tabaco. Saqué un cigarrillo y lo encendí dando una larga calada. Observé a Indhira acercarse y me rodé un poco a un lado por si quería sentarse. Todas mis cosas estaban en la mesa, pero dudé que fuera a necesitar espacio en ella.

Pasé un pie por encima del banco y me senté de cara a él. Apoyé un codo en la mesa mientras daba una calada.

-Uh, vaya cara- dije, y exhalé el humo.

-Me da personalidad. -respondí mientras daba otra calada al cigarro.

Extendí las manos y comencé a meter mis cosas en la mochila.

-Seguro- dije con cierto tono cínico.

Me llevé el pitillo a los labios y le di una calada.

-Al final va a resultar útil- comenté, mirando hacia Vi-. Bombas- me reí-. Nunca lo habría dicho con esa cara de niña buena.

Giré el cuerpo para observar a la joven y seguidamente lo devolví al frente.

-Siempre tuvo pinta de chica lista. -respondí volviendo a llevarme el cigarro a la boca. -Probablemente lo sea mucho más que nosotros.

-Probablemente- coincidí-. No tengo ni idea de química.

Le di un toquecito a la boquilla para que la ceniza sobrante cayera. Le di una calada y agarré el cigarrillo entre el índice y el pulgar. Recordé mi hermana solía decir que fumaba como un macho alfa.

-Esta mañana le he echado un ojo al Toyota- comenté-. El motor parece estar bien aunque tenga más de diez años.

-Entonces servirá para ir al hospital hoy. -respondí volviendo a llevarme el cigarro a la boca.

Tomé la pistola de la mesa y tiré de la corredera sacando una bala. Enfundé el arma y metí la bala en uno de mis bolsillos del chaleco. -Con suerte será entrar y salir, sin sorpresas.

-Con mucha suerte, me temo. No es por ser aguafiestas.

Me fijé en el detalle de cómo cogía una bala y se la metía en el bolsillo. No dije nada, y me vino a la cabeza lo que me había dicho Vi hacía un momento sobre Jacques. "Cuánto drama", pensé. Pero esperaba equivocarme.

-Me conformo con que salgamos todos vivos.

-Y enteros. -corregí. -No me gustaría volver con la extremidad de alguien metida en hielo. -comenté mientras cerraba la mochila.

-Solo tenemos que abrir una ambulancia y llegar a la farmacia del hospital. No tendremos que recorrerlo de cabo a rápido. Será algo rápido y puede que limpio.

-Y enteros- repetí.

Le di una calada al cigarrillo y exhalé el humo mientras le escuchaba.

-Pues tú guías- dije-. No me conozco demasiado el hospital.

Asentí. -Avísame cuando quieras salir.

Di una última calada al cigarro y lo tiré a un lado usando el pulgar y el corazón mientras exhalaba el humo en un soplido.